La aparición de un daño depende del interjuego de varios factores, así como de vulnerabilidades y fortalezas individuales, familiares y comunitarias.
El maltrato actúa como una fuerza que opera, que se opone a la normalidad y a la justicia y que daña real o potencialmente, manifestándose a través de distintas modalidades.
Está fuerza puede no solo dañar sino también impedir a alguien seguir su curso (el desarrollo que debería culminar en la madurez plena).
No hay comentarios:
Publicar un comentario